lunes, 16 de enero de 2017

La faceta desconocida de Kurt Cobain como pintor

Durante toda su vida John Lennon se interesó por el arte y sus distintas manifestaciones. El Beatle, admirado por millones y detestado por unos cuantos, siempre fue una mente creativa que compuso algunas de las mejores canciones de la historia, pero también actuó e incluso promovió obras experimentales como “El topo” de Alejandro Jodorowsky. Creer que fue un artista multidisciplinario es difícil para quienes creen que el creativo debe enfocarse en una sola cosa, pero si conoces el trabajo de Lennon, puedes identificar uno de sus dibujos sin problemas. 

Trazos sencillos y sobrios acompañaron su estética y aunque sea recordado por ser parte de la banda más importante de la historia, no implica que su genio no derivara en distintas formas de expresión artística. Ese estigma, que el pintor se dedica a la pintura, el músico a la música y el escritor al alcohol no son más que formas de limitar la creatividad. Kandinski pintó pero también escribió, Woody Allen dirige pero también toca en una banda de jazz y Kurt Cobain, a pesar de que muchos creen que sólo fue músico, experimentó con la pintura, el dibujo y la fotografía.

Vocalista de Nirvana con un trágico final. Cobain hoy es un mito, una historia sobre la que se especula si fueron los medios de comunicación o su esposa quienes lo llevaron a la muerte; indagar en su vida es encontrar que siempre fue un personaje único, solitario, trastornado y a veces depresivo. Su madre dijo que si no hubiera sido por la música, Kurt Cobain posiblemente habría sido un prolífico artista plástico, incluso comentó que tal vez hubiera trabajado como animador para Disney.

Las pinturas de Cobain reflejan perfectamente el ethos de su música. Aunque Nirvana no era sólo él y la música de la banda es producto de muchas otras personas, la presencia de Cobain resalta. Lastimera, profunda, llena de dolor y una especie de nostalgia que extraña tiempos que nunca existieron. Además, Kurt Cobain impulsó un pesimismo anclado en el existencialismo; sabía que la vida es una sucesión de eventos sinsentido que terminan con la muerte y eso es justamente lo que sus piezas muestran.

Entre el expresionismo abstracto y figuras que podrían ser parte de un expresionismo alemán arcaico, las pinturas son violentas. Rojo y negro predominan, no reflejan la vida del rock, ni siquiera la esencia del grunge, van un paso más lejos. Extremidades largas, seres en los huesos cuyo rostro es difuso, ojos, boca y qué decir de los rasgos o la expresión.
Podemos ver el dolor, la frustración y desesperación del músico… sus obras sólo demuestran que sí era la voz de una generación. No son pinturas con gran maestría, pero sí encierran todo lo que sabemos de la generación X. Frustración por infancias que quedaron atrás hace mucho tiempo, la realización de que los padres no son lo que se esperaba y que el futuro en realidad no tiene nada bueno que ofrecer. El anhelo de esos jóvenes que vivían a finales del siglo XX, esperando que algo llegara, algo que cambiara ese hastío y pasividad en la que vivían pero no saber qué.
Parte de sus últimas pinturas y fotografías sirvieron para ilustrar demos y portadas de algunas obras de Nirvana, razón por la que esos fetos sin identidad resultan familiares. Incluso puede que haya alguna relación entre las figuras que obsesionaron a Kurt y la portada de “Nevermind”, un niño nadando desnudo en una alberca



La historia de brujería y superstición que inspiró a la pintura

Quizá no haya lugar más maravilloso en la vieja España que el horizonte navarro. Con el color verde colmando la mirada y una conformación arquitectónica de antiguas opulencias, belleza desbordada y contemporaneidad sugerente, esta comunidad ibérica seduce con cada uno de sus rincones. Incluso en ése donde susurran las brujas. En medio de las montañas, allá por el siglo XVI,  el acontecimiento más oscuro y tenebroso que pudo haberse registrado en los casos de brujería se abrió plaza y aún se guarda el temor, además de un análisis profundo, en torno a la mujer y su mística conexión con el diablo. Ligazón que hoy podemos entender como intelecto desafiante y mística apabullante.

Lo ocurrido en Zugarramurdi es parte indispensable de la historia oscura en el mundo que vivimos, de ese archivo escabroso donde se guardan –y a veces sepultan– los negros o vergonzosos pasajes de una civilización que, aunque se quiera, se hacen difíciles de olvidar. Ya sea por compromiso con la memoria o porque el pasado, efectivamente, nos persigue.
Ejemplo más brillante, aunque no por ello menos tenebroso, es el de la pintura “El aquelarre” que realizó hace siglos Francisco de Goya. Pero vamos despacio y por puntos.

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En 1608 el rey francés Enrique IV, devoto inmaculado y ferviente guerrero de la fe, organizó una cruzada guiada por él mismo y comandada por el supuesto dedo de Dios con el fin único de eliminar cualquier rastro, acto o sospecha de las fuerzas ajenas al cielo. Todo aquello que indicara relación alguna con la oscuridad y la hechicería se sometía a un estricto ejército de caballeros y jueces. Todo este movimiento religioso, y por lo tanto político, hizo que muchas mujeres emigraran temiendo ser perseguidas por el más mínimo motivo o la más insignificante.
Así, muchas de estas jóvenes llegaron hasta tierras españolas, especialmente Zugarramurdi. Lamentablemente, el pánico por la brujería también se había extendido hasta esos lares; su extraña lengua, ropaje, cansancio y búsqueda de plantas medicinales, no ocasionaron otra cosa además de sospechas, murmuros y acusaciones. Las cuales, fatídicamente, forjaron una tremenda red de habladurías que terminaron por llamar a la Inquisición misma.
En junio de 1610 los inquisidores del tribunal de Logroño acordaron la sentencia de culpabilidad para 29 acusados; el 7 de noviembre de 1610 se celebrara el auto de fe en dicho lugar y once supuestas brujas ardieron en la plaza mayor, aunque cinco de ellas ya habían fallecido durante el proceso debido a las torturas o al suicidio. 187 años después, se cree que influenciado por Moratín, Goya rescató del olvido el escrito que constata tan escabroso episodio en la Iglesia y la humanidad; con ello, explican los expertos, el zaragozano quería formular una crítica tanto al clero como a la ignorancia y la superstición de los estúpidos.
A la izquierda cuelgan de un palo varios niños, demacrados y esqueléticos son el resultado gráfico de que a las llamadas brujas les hicieron confesar en aquel entonces que, a sus propios hijos, les chupaban la sangre por el ano y los genitales hasta la muerte. Goya lo plasmó con absoluta y sensible maestría lo que la Inquisición consiguió que confesaran en su serie de las Pinturas negras, dotando entonces a la posteridad el recuerdo vivo de una de las tragedias más macabras en la evolución del hombre.





jueves, 12 de enero de 2017

10 COSAS SOBRE LOS ARTISTAS

¿Qué es lo que hace a un gran artista? ¿Qué separa al artesano, que pasionalmente detalla cada uno de sus productos, de un artista contemporáneo que exhibe sus obras en el MoMA mientras cobra miles de dólares por un trabajo aparentemente irrepetible? Al parecer sólo es el dinero, aquél es el elemento que más afecta el estilo de vida de las personas y la percepción que se tiene de ellos.  El sueño de ser un creativo y volverse famoso creció con el impacto que tuvieron algunos autores al escribir obras que cambiaron el mundo, pero desear ese tipo de reconocimiento es un acto de narcisismo y vanidad; lo que causa grandeza es amar cada momento de crear arte.
Los documentales y las películas de artistas, músicos y cualquier tipo de creativo resaltan los momentos de brillantez en los que todo parece posible con la inspiración adecuada, pero no es más que una exageración. Esos trabajos fallan en presentar la realidad del arduo trabajo que un creador debe pasar para desarrollarse profesionalmente. Encontrar grandeza no es una meta, sino el resultado de un arduo camino lleno de esfuerzos. Es necesario establecer retos y mentalizarse si incluso consideramos la idea de ser famosos.

Las siguientes son cosas que se mencionan poco, pero que todos los aspirantes a artistas deben saber:

Tienen que aprender a vivir como freelancers




Aunque no es obligatorio, sirve como un excelente consejo para prepararse en caso de no encontrar una fuente de ingresos estable. Según un estudio del Consejo de Artes del Reino Unido, 41 % de los artistas son emprendedores o crean sus propios trabajos. Aunque algunos encuentren contratos de cortos periodos, eventualmente se tendrán que encontrar con un desempleo común si no están preparados.

Deben administrar sus finanzas

El mito del artista que pasa hambre resultó tener su lado honesto y algo que todos deben considerar es que una vida de lujos es inconcebible y las finanzas deben estar bajo revisión constantemente para no caer en números rojos. Un problema más es que, al no contar con un contrato como el de cualquier otro empleado, los creativos no cuentan con seguro médico ni apoyo para diferentes problemas personales, sólo tienen su trabajo.

Se deben autopromover


Una de las partes más aburridas o tediosas para cualquier creativo es llegar a más personas y al no tener acceso a un departamento de mercadeo, deben llamar la atención por sus propios medios, ya sea por redes sociales o participando en diversos eventos donde su imagen puede hacer una marca para esperar que atraiga a unas cuantas personas. Es la parte de los creativos en la que algunos desisten y otros crecen aún más para encontrar el éxito.

Necesitan crear conexiones


Otro aspecto negativo de las comunidades artísticas es que si no tenemos habilidades sociales o alguien que trate con el resto de las personas en nuestro lugar, bien podríamos renunciar a entrar a ese tipo de sociedades. Sin conexiones ni amistades dentro es difícil encontrar un lugar y promoverse con mayor éxito, pues es necesario estar en constante vínculo con otros creativos para encontrar oportunidades de trabajo y quizá conocer a expertos de la industria.

A veces es necesario crear colectivos


  


Muchas veces formar un colectivo sirve para generar mayor exposición en la audiencia, además de que se construye un sentido de comunidad en donde todos los miembros pueden ayudar a desarrollar eventos para promover sus creaciones. Sirve para inspirarnos en otras personas y encontrar diferentes formas de expresión.

Todo está en el portafolio


Es común escuchar que algunos lugares no reciben a trabajadores que tengan demasiados estudios en su CV por temor a que se tomen el empleo muy en serio, por lo que es razonable decir que no hay que abusar de las enseñanzas que nos ofrezcan las instituciones educativas, sino implementarlas de inmediato e ingresar a la escena artística lo más pronto posible. Crear un portafolio y desarrollarlo conforme nuestro talento evolucione habla más que diez páginas de un currículum lleno de diplomas y universidades.


Parece triste, pero es una de las realidades. Al existir periodos de baja actividad, es recomendable tomar un segundo empleo –si es que trabajar de freelance no es una opción–. Algunos profesionales, además de crear, dan clases o entran en diferentes puestos de la industria para poder continuar haciéndolo. Además, aporta una seguridad financiera, especialmente si cuenta con beneficios de salud y demás prestaciones.

Trabajar como pasante puede ser una excelente opción



Si nos encontramos en un periodo temprano para ser artistas, tomar pasantías puede darnos experiencia útil para nuestra carrera. El asunto del dinero es un problema, pero si se tiene balanceado con un trabajo de lado, es una forma excelente para comenzar.

Los empleos como creativos están a la alza



Según The Guardian los trabajos para artistas crecen gracias al cambio de formas de mercadeo y las nuevas tecnologías. Es un cambio que crece en el mundo y sirve como un dato positivo que le regresa la fe a los creativos que quieran hacer su marca en el mercado laboral. Podemos esperar a que en el futuro sea más fácil encontrar empleo para este tipo de profesiones.

Los artistas son felices


Los trabajos relacionados con la creatividad están vinculados con mayor satisfacción laboral. Sin duda, este tipo de empleados son motivados constantemente y se les permiten libertades para que pueden crear sin problemas. Los creativos son felices trabajando en lo que les gusta y no hay mucho que podamos agregar a eso.
Ser artista nunca ha sido complejo, sólo depende de la perspectiva de cada persona. No tiene nada de malo que algunos prefieran tener éxito en grandes empresas o lugares exclusivos dejando atrás la belleza de trabajar en una creación. Cada quien elige lo que significa ser un gran artista y es posible llegar a serlo si consideramos los datos anteriores, porque vivimos en una época donde el arte vuelve a ser importante en todos los aspectos y estamos listos para ser parte de ello.