sábado, 22 de agosto de 2015

El teatro en Bolivia se habría practicado desde el incario

                                                   









                                                         

Un estudio del actor y periodista español Daniel González Gómez - Acebo da cuenta que el teatro en Bolivia se practicaba desde la época de los incas, y descarta que esta actividad cultural haya llegado con los españoles en la colonización.
Teatro originario boliviano titula el libro sobre esta investigación histórica del teatro y la teatralidad de las culturas quechua, aymara, kallawaya y guaraní.
“La idea del estudio surge de descubrir el origen de este arte –explicó Gonzáles- porque mucha gente piensa que comienza con la época colonial, y lo que se muestra en el libro es que no es así, que hay un teatro mucho más desarrollado que el español. Al realizar las investigaciones me di cuenta que no había muchos escritos sobre el tema”.
Las primeras obras del siglo XIV, XV y XVI fueron Ollantay, Utqha Paukar y Wanka (la tragedia) del fin de Atahuallpa, estas dos últimas poco conocidas. Las tres son anónimas, es decir, no se conocen de su autoría.
Wanka del fin de Atahuallpa fue escrita por un amauta, pero no se supo el nombre, en el siglo XVI y una copia de la redacción apareció en el siglo XVIII.
El cronista peruano Juan de Santa Cruz, autor rescatado por Gonzáles, averiguó sobre una batalla entre indígenas y españoles en la que aparecen actores en plan de burla frente al oponente. “Uno de ellos se llamaba ‘llama llama’, eran actores que se ponían uno encima del otro y hacían burla a la gente”.
Dos géneros teatrales existían, entonces, el Wanka que significa tragedia y el aranway, similar a comedia. Un ejemplo de este tipo de obra fue encontrada por un etnólogo belga en los valles de Cochabamba, trataba de una historia de amor entre dos campesinos, tenía escenografía propia, un bosque artificial.
Investigaciones acerca del teatro aymara dan cuenta del origen de diferentes personajes que aparecen en danzas aymaras. Por ejemplo, el kusillo, el cual espantaba a los animales para que los campesinos pudieran cazarlos, éste participaba en diferentes bailes, no tenía uno propio.
Gonzáles para lograr este estudio recurrió a unas 50 crónicas de autores españoles, criollos e indígenas, tratados, monografías y estudios diversos. El libro fue presentado el 27 de marzo en ocasión del Día Internacional del Teatro.
”Ya entrando en las averiguaciones, vi que no sólo en el imperio inca practicaban teatro, sino que lo hacían las diferentes culturas originarias en ritualidades y su cosmovisión, esa interacción era considerada como elementos teatrales absolutos, para dar cuenta de esa experiencia como ejemplo, los Kallawayas”, según el autor.
Daniel González Gómez - Acebo, nació en Madrid, España en 1973, trabajó como periodista en revistas alternativas en su país. En 1998, llegó a Bolivia y se desempeñó en periódicos como La Razón, La Prensa, Los Tiempos, El Deber, Correo del Sur, Opinión, El Potosí y el semanario Pulso. Desde el 2001, es corresponsal de la revista española Primer Acto


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